INNOVACI N PEDAG GICA EN HISTORIA MEDIANTE PLATAFORMAS DIGITALES Y STREAMING: APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO, MOTIVACI N Y PENSAMIENTO CR TICO
PEDAGOGICAL INNOVATION IN HISTORY THROUGH DIGITAL PLATFORMS AND STREAMING: MEANINGFUL LEARNING, MOTIVATION, AND CRITICAL THINKING
Autores: ngel Heriberto Llongo Usca, 2F lix Jacinto Garc a C rdova, 3Alexis Katherine Pizarro Quinde y 4C sar Humberto Medina Aragundy
ORCID ID: https://orcid.org/0009-0003-1481-0960
2ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-1444-6789
3ORCID ID: https://orcid.org/0009-0009-0731-3863
4ORCID ID: https://orcid.org/0009-0004-2456-5767
E-mail de contacto: angel.llongo@educacion.gob.ec
2E-mail de contacto: felix.garciac@ug.edu.ec
3E-mail de contacto: apizarro@istg.edu.ec
4E-mail de contacto: cmedina@istg.edu.ec
Afiliaci n: : *Ministerio de Educaci n (Ecuador) 2*Universidad de Guayaquil (Ecuador) 3* 4*Instituto Tecnol gico Superior Guayaquil (Ecuador)
Art culo recibido: 31 de julio del 2025
Art culo revisado: 12 de agosto del 2025
Art culo aprobado: 28 de agosto del 2025
Licenciado en Ciencias de la Educaci n Menci n Inform tica adquirida de la Universidad de Guayaquil (Ecuador), Magister en Educaci n menci n en Pedagog a en Entornos Digitales adquirida de la Universidad Bolivariana del Ecuador (Ecuador).
2Licenciado en Artes con menci n en Educaci n Secundaria en Historia adquirida de la Universidad Interamericana de Puerto Rico (Puerto Rico). Magister en Educaci n adquirida de la Universidad Strayer (Washington D.C., EE.UU.).
3Ingeniera en Dise o Gr fico adquirida de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador). Dise adora Gr fico adquirida de la Universidad de Guayaquil, (Ecuador).
4Licenciado en Dise o Gr fico y Publicitario adquirida de la Escuela Superior Polit cnica del Litoral (Ecuador), M ster en Dise o Gr fico Digital adquirida de la Universidad Internacional de la Rioja (Espa a).
La ense anza de la Historia est experimentando una transformaci n pedag gica sostenida, marcada por la incorporaci n de metodolog as activas, recursos digitales y plataformas de contenido epis dico. La revisi n de la literatura muestra un tr nsito desde estrategias de pura memorizaci n hacia marcos instruccionales que valoran el pensamiento cr tico, la participaci n del alumnado y el poder de los recursos audiovisuales. Ausubel defiende el valor de un aprendizaje significativo que articule el nuevo saber con saberes anteriores; en l nea, Mayer documenta los beneficios de la multimedia para aumentar la retenci n y la comprensi n. La pedagog a cr tica, en la tradici n de Freire, subraya la necesidad de mantener un di logo horizontal y participativo que convierta a los estudiantes en sujetos activos de transformaci n social. Simult neamente, enfoques conectivistas y experiencias de realidad virtual sostienen que la tecnolog a educativa ofrece entornos inmersivos que ampl an el alcance de la ense anza, torn ndola inclusiva. La motivaci n, tanto intr nseca como extr nseca, se alimenta del uso de recursos audiovisuales, de la gamificaci n y de actividades l dicas que refuerzan el compromiso con el aprendizaje. En paralelo, la capacitaci n docente en competencias digitales se revela imprescindible para desplazar la innovaci n pedag gica de la mera disponibilidad de tecnolog a a una pr ctica instruccional efectiva y para reducir las brechas en el acceso a oportunidades educativas. Dentro de este contexto se destacan los servicios de streaming y los documentales hist ricos como materiales educativos novedosos que conectan el ayer con el hoy, propiciando en los estudiantes encuentros significativos, participativos y situados. De este modo, la disciplina hist rica deja de ser un saber reservado a las aulas y se convierte en una instancia de mediaci n ciudadana, de fomento de la equidad y de generaci n de cambio social.
Palabras clave: Metodolog as activas, Aprendizaje significativo, Recursos audiovisuales, Pensamiento cr tico, Streaming educativo.
The teaching of history is undergoing a sustained pedagogical transformation, marked by the incorporation of active methodologies, digital resources, and episodic content platforms. The literature review shows a shift from pure memorization strategies to instructional frameworks that value critical thinking, student participation, and the power of audiovisual resources. Ausubel defends the value of meaningful learning that articulates new knowledge with prior knowledge; online, Mayer documents the benefits of multimedia in increasing retention and comprehension. Critical pedagogy, in the tradition of Freire, emphasizes the need to maintain a horizontal and participatory dialogue that transforms students into active subjects of social transformation. Simultaneously, connectivist approaches and virtual reality experiences argue that educational technology offers immersive environments that expand the scope of teaching, making it inclusive. Motivation, both intrinsic and extrinsic, is fueled by the use of audiovisual resources, gamification, and recreational activities that reinforce commitment to learning. At the same time, teacher training in digital skills proves essential to shift pedagogical innovation from the mere availability of technology to effective instructional practice and to reduce gaps in access to educational opportunities. Within this context, streaming services and historical documentaries stand out as innovative educational materials that connect yesterday with today, fostering meaningful, participatory, and situated encounters for students. In this way, the discipline of history ceases to be a domain reserved for classrooms and becomes an opportunity for citizen mediation, promoting equity, and generating social change.
Keywords: Active methodologies, Meaningful learning, Audiovisual resources, Critical thinking, Educational streaming.
Sum rio
O ensino de hist ria est passando por uma transforma o pedag gica sustentada, marcada pela incorpora o de metodologias ativas, recursos digitais e plataformas de conte do epis dico. A revis o da literatura mostra uma mudan a de estrat gias de memoriza o pura para estruturas instrucionais que valorizam o pensamento cr tico, a participa o do aluno e o poder dos recursos audiovisuais. Ausubel defende o valor da aprendizagem significativa que articula novos conhecimentos com conhecimentos pr vios; online, Mayer documenta os benef cios da multim dia no aumento da reten o e da compreens o. A pedagogia cr tica, na tradi o de Freire, enfatiza a necessidade de manter um di logo horizontal e participativo que transforme os alunos em sujeitos ativos da transforma o social. Simultaneamente, abordagens conectivistas e experi ncias de realidade virtual argumentam que a tecnologia educacional oferece ambientes imersivos que expandem o escopo do ensino, tornando-o inclusivo. A motiva o, tanto intr nseca quanto extr nseca, alimentada pelo uso de recursos audiovisuais, gamifica o e atividades recreativas que refor am o comprometimento com a aprendizagem. Ao mesmo tempo, a forma o de professores em compet ncias digitais mostra-se essencial para levar a inova o pedag gica da mera disponibilidade da tecnologia para a pr tica instrucional eficaz e para reduzir as lacunas no acesso a oportunidades educacionais. Nesse contexto, servi os de streaming e document rios hist ricos destacam-se como materiais educacionais inovadores que conectam o ontem com o hoje, promovendo encontros significativos, participativos e contextualizados para os alunos. Dessa forma, a disciplina de Hist ria deixa de ser um dom nio reservado s salas de aula e se torna uma oportunidade de media o cidad , promovendo a equidade e gerando mudan a social.
Palavras-chave: Metodologias ativas, Aprendizagem significativa, Recursos audiovisuais, Pensamento cr tico, Streaming educacional.
Introducci n
En la actualidad, debido a las reformas sociales, tecnol gicas y culturales, la educaci n hist rica ha sufrido una metamorfosis y ha enfrentado retos complejos. Rodr guez-Izquierdo y Garc a Bay n (2024) mencionan que, en las circunstancias actuales, la formaci n acad mica exige y promueve valores como la igualdad social, justicia y multiculturalidad, que son factores fundamentales para moldear ciudadanos con razonamiento cr tico y responsables.
Por esta raz n, la educaci n de historia debe dirigirse hacia un enfoque moderno y no tradicional, centrado en el estudiante mas no en la memorizaci n de solo fechas y eventos sino en una herramienta que sirva de an lisis y reflexi n sobre los acontecimientos presentes.
Se ha evidenciado que la educaci n hist rica conlleva una implicaci n y transformaci n en su metodolog a, que actualmente incorpora enfoques interdisciplinarios y de mayor participaci n. Como indican Bernal Valdés y P rez Pi on (2023) existe la necesidad de ense ar historia desde una visi n epistemol gica que ayude a comprender los acontecimientos y cambios hist ricos como construcciones sociales, pol ticas y culturales. Esta perspectiva consiste en fomentar el desarrollo del pensamiento hist rico para comprender, analizar, contextualizar y hacer una evaluaci n cr tica de los hechos ocurridos en el pasado.
Siguiendo esta l gica, una disciplina que contribuye a la formaci n del ciudadano es, en definitiva, el estudio de la did ctica de la Historia. Autores como Parra, Rold n y Fern ndez (2024) reafirman que, para favorecer la evaluaci n de evidencias, analizar perspectivas y conectar con la realidad actual debe inculcarse un pensamiento hist rico y cr tico. Las destrezas desarrolladas son fundamentales para que los educandos entiendan su contexto real, su rol y participaci n en la sociedad que los orienten hacia el futuro que les depara.
Es menester destacar que la educaci n hist rica contempor nea debe afrontar los retos de la internacionalizaci n, la transformaci n digital y la multiculturalidad. Al incorporar la tecnolog a y medios audiovisuales permiten una representaci n y a la vez oportunidad para innovar la metodolog a pedag gica aproximando en los estudiantes la historia y su aprendizaje significativo. Calvas-Ojeda (2025) se ala que el aprendizaje experimental e individualizado son primordiales para enriquecer el contexto de la ense anza y la historia en la actualidad escolar.
Aprendizaje significativo y visual
Numerosas Investigaciones revelan que se debe cultivar habilidades del pensamiento cr tico, por ello el aprendizaje significativo de Ausubel (1983) hace nfasis que los conocimientos nuevos se relacionen de forma sustancial con el bagaje previo del educando. En el contexto de historia esto permite hacer una relaci n entre los contenidos de sus experiencias personales y los contextos culturales actuales. Mer z y Ruiz (2021) reafirman que los recursos visuales como im genes de hechos hist ricos, mapas, atlas, documentos, entre otros ayudan a la conexi n y estimulaci n basados en una profunda comprensi n textual.
Referente a los principios de la psicolog a cognitiva, Richard Mayer (1999) postula en su teor a del aprendizaje multimedia, que la informaci n se adquiere de una mejor forma combinando textos y las im genes, es decir, en la ense anza debe existir una mixtura de recursos audiovisuales porque mejoran la capacidad de retenci n, comprensi n y captaci n de la informaci n. Mayer (2024) destaca que los materiales educativos se vuelven m s efectivos cuando aplican una t cnica multimedia. En conjunto con el desarrollo del pensamiento visual, la adquisici n de conocimiento se torna m s gr cil especialmente en asignaturas complejas como la historia donde la integraci n de canales audiovisuales puede enriquecer el an lisis cr tico mediante representaciones gr ficas de sucesos pasados.
El dise o de materiales multimedia y el uso de fuentes visuales en el sal n de clases ayuda a desarrollar destrezas y competencias como la deducci n y an lisis de documentos, la elaboraci n de textos narrativos y la s ntesis mediante los organizadores gr ficos. Quezada et al. (2025) advierten que es necesario procesar la informaci n, pero tambi n retener conocimientos a trav s de lecturas ingeniosas que promuevan y prioricen el entorno donde se encuentran. Al fomentar su juicio cr tico desde im genes hist ricas, requieren adem s una gu a pedag gica y apoyo por parte del docente en cuanto al an lisis, s ntesis y fortalecimiento del pensamiento cr tico.
Este cambio educativo contempor neo, permite que estudiantes con diferentes estilos de aprendizaje, puedan instruirse de una forma visual y a la vez impulsar la inclusi n en el sal n de clases. Seg n Fern ndez D az y S nchez-Giner (2024) los medios audiovisuales son fundamentales para incrementar la capacidad ilustrativa y por ende facilitan el acceso a los conocimientos hist ricos. Es esencial mencionar que los contextos donde la lectura acad mica puede ser considerada un obst culo desalentador, en este sentido los recursos audiovisuales transforman y enriquecen la ense anza para promover una forma de equidad educativa.
Pedagog a cr tica y pensamiento hist rico
La educaci n es un acto pedag gico que implica un di logo horizontal entre el educador y el educando para la transformaci n social. En la pedagog a cr tica, como indica el legado de Freire, ambos son protagonistas que asumen un papel consciente de la realidad y participan activamente en el proceso de ense anza-aprendizaje (Muraca, 2020). Para que exista una pr ctica de libertad educativa, la reflexi n cr tica y la comunicaci n efectiva deben ser transformadoras en el medio real de ense anza, sobre todo en historia, pues implica un an lisis de las normativas oficiales e impulsa la construcci n del conocimiento comprometido.
Dentro del pensamiento hist rico, seg n la visi n foucaultiana se trata de analizar como verdadero o falso los conocimientos que se ten a en una poca determinada, es decir, c mo surg a ese conocimiento y bajo qu reg menes de poder se basaba, en otras palabras, es la capacidad de analizar, interpretar y contextualizar los hechos del pasado (Casenave, 2022). Este tipo de pensamiento engrandece la evaluaci n con respecto a evidencias desde una perspectiva m s l gica y a un razonamiento cr tico. Estas destrezas son primordiales para la formaci n e instrucci n de ciudadanos con capacidad para analizar completamente y comprender el mundo contempor neo en v as de su transformaci n (Puche & S nchez, 2023).
Al promover un ambiente donde los estudiantes puedan ser part cipes de debates constructivos, la pedagog a cr tica hace uso de metodolog as activas que impulsen su propia actuaci n sin desafiar las normas y estructuras establecidas. Gord n et al. (2025) destacan actividades como an lisis de lecturas de textos, escritura reflexiva, actividades de campo y la utilizaci n de recursos digitales para desarrollar el pensamiento hist rico y el juicio cr tico. Los estudiantes se convierten en agentes de cambio al realizar una transformaci n social mediante estrategias que les permitan involucrarse en el proceso de construcci n que los lleve a la emancipaci n de cada uno seg n su visi n cr tica del pasado.
Con el fin de analizar esta corriente pedag gica en cuanto a la perspectiva diatriba es principal indicar que la historia debe incluir varias voces y narrativas. Al visibilizar las experiencias de personas que han sido marginados durante la historia es posible un evidenciar un avance y un compromiso con la transformaci n social. Como revelan Guzm n-Cedillo y Mac as (2020), promover la acci n social anima a los educandos a desarrollar habilidades de argumentaci n bajo un eficiente apoyo pedag gico. La pertinencia de estas competencias hist ricas debe estar enfocada hacia la democracia y la justicia social, as se moldea el juicio cr tico sobre cuestionar toda indagaci n sugerida.
Tecnolog a educativa y medios digitales
Al acceder a un vasto contenido digital, el proceso de ense anza-aprendizaje tradicional se ha transformado en uno m s inmersivo y din mico. Recursos como videos, documentos interactivos entre otros, hacen posible que la educaci n enfatice en una mayor interactividad, individualizaci n y accesibilidad (Makransky & Mayer, 2022).
Con la ayuda de estos recursos digitales se pueden vivenciar experiencias en cuanto a la realidad aumentada y gamificaci n en clases donde los estudiantes debaten e investigan sobre los acontecimientos hist ricos, existiendo una mayor interacci n en la comunidad de aprendizaje global (Prieto Andreu & lvarez-Kurogi, 2021). Con esta oportunidad se renuevan las pr cticas pedag gicas a trav s de plataformas de streaming y recursos audiovisuales como herramientas de aprendizaje adaptadas a los requerimientos individuales de cada alumno para incentivar la creatividad y el inter s de los involucrados.
El avance tecnol gico y su uso en el aula ha influenciado de manera positiva, pues la implementaci n de recursos digitales permite un entorno educativo m s inclusivo e interactivo. El uso de tecnolog as se ha extendido a todos los niveles educativos y la gran variedad de contenidos hist ricos ha permitido simulaciones interactivas de alta calidad.
Como Mishra (2025) sugiere, los modelos pedag gicos junto al uso apropiado de las TICS impulsan a la innovaci n y a lograr una ense anza de mayor calidad para superar desaf os dentro de estos paradigmas. Las plataformas digitales y la inteligencia artificial son consideradas catalizadores pedag gicos en entornos virtuales de aprendizaje, ayudando a la contextualizaci n de los contenidos y estimulaci n de la curiosidad por parte de los estudiantes, pasando a un enfoque conectivista, as proponen Hurtado et al. (2025).
Por otra parte, la integraci n de las TICS en el contexto educativo implica desaf os importantes, entre ellos una planificaci n cuidadosa que garantice el aprovechamiento m ximo del contenido hist rico y los entornos virtuales de aprendizaje.
Roncal et al. (2024) advierten que es necesario abordar la informaci n valiosa para mejorar las pr cticas y asimismo seleccionar recursos digitales de calidad, garantizando la privacidad y seguridad de datos. Es necesario evaluar cr ticamente qu recursos van a ser utilizados con respecto al dise o de las actividades colaborativas que se promuevan en el aula y existe la imperiosa necesidad de explorar y comprender c mo el potencial de la tecnolog a educativa mejora la educaci n bajo un an lisis producci n y reflexi n de la informaci n (Lancheros-Bohorquez & Vesga-Bravo, 2024). Por esta raz n, los educadores deben instruirse continuamente en cuanto a competencias digitales y metodol gicas para poder aplicarlas en los centros educativos de manera coherente y efectiva para el curr culo.
Es importante comprender sobre el aprovechamiento y el potencial que implica la tecnolog a para optimizar la educaci n. En este mundo digitalizado es crucial adaptar los m todos de ense anza a los sistemas educativos actuales, por tanto, el acceso a las tecnolog as indica y requiere de la equidad y la inclusi n. Riviera (2025) manifiesta que, aunque existen brechas en los contextos actuales, la tecnolog a puede contribuir de forma significativa para superar desigualdades en el mbito educativo si se utiliza con un juicio cr tico y con una rigurosa selecci n. La ense anza de la historia debe estar guiada hacia la promoci n de una educaci n participativa y contextualizada, adem s de su aplicaci n en el uso de los medios digitales para la ense anza.
Motivaci n y participaci n estudiantil
La ense anza de historia permite comprender las ra ces de problemas sociales y pol ticos. A su vez, sta requiere un factor clave en el proceso de aprendizaje que es la motivaci n de los estudiantes. Asignaturas abstractas o poco relevantes exigen un mayor esfuerzo y atenci n del estudiante hacia el aprendizaje significativo de la misma. Otondo-Brice o y Medina-Hicks (2023) revelan que para mantener la motivaci n se necesita una actitud asertiva, persistente lo que haga capaz de fortalecer el sentido de pertenencia, el inter s y el compromiso acad mico. La utilizaci n de los recursos audiovisuales como herramientas estimulantes permiten relacionar los eventos hist ricos con la realidad cotidiana despertando as la curiosidad y entusiasmo del alumnado.
Es destacable mencionar el impacto del uso de las TICS y plataformas digitales que se ha evidenciado en la educaci n y espec ficamente en la motivaci n de los estudiantes. Peralta Roncal et al. (2024) indican que una planificaci n desarrollada con ayuda de la tecnolog a genera una gran satisfacci n y resultados m s espec ficos en el mbito acad mico. Estos materiales audiovisuales ayudan a la exploraci n personal del aprendizaje, a la adquisici n de conocimientos y a la vez a la adaptaci n de los intereses de los educandos fomentando as su participaci n y colaboraci n de manera activa.
En la motivaci n participan los procesos afectivos relacionados con la autodeterminaci n y autonom a. Velasco et al. (2024) hacen una distinci n de la motivaci n intr nseca con la extr nseca. En la intr nseca se manifiesta el incentivo propio, mientras que la extr nseca hace relaci n con factores externos. En el mbito educativo es primordial fortalecer ambas mediante propuestas que generen un aprendizaje significativo con actividades relacionadas al medio en el que se desenvuelven los educandos en la b squeda de la colaboraci n y reflexi n de los mismos.
El valor que cada estudiante atribuya a los hechos hist ricos permite despertar un mayor inter s y entusiasmo para darle el significado y defender sus ideales con idiosincrasia. Por ello no solo la motivaci n es un elemento clave en el perfeccionamiento de las habilidades cognitivas y sociales. Prieto Andreu y lvarez-Kurogi (2021) indican que las actividades l dicas como juegos contribuyen a la integraci n del alumnado.
Cabe mencionar que un aprendizaje significativo se evidencia en la forma en que la literatura y la historia no requiere solo un nivel de abstracci n para su interpretaci n, sino que, mediante la demostraci n en este caso audiovisual, a los estudiantes se le hace sencillo y claro entender el lenguaje y leer este tipo de textos con ayuda de la tecnolog a para trabajar esta dimensi n tica de la vida social.
Formaci n docente y competencias digitales
Es necesario fortalecer el sentido de identidad nacional y cultural al ense ar el pasado, pues las distintas ra ces hist ricas nos permiten analizar la evoluci n que se ha tenido hasta el momento. Por tanto, la incorporaci n de tecnolog as digitales requiere tambi n que el personal docente involucre su tiempo y a la vez desplieguen competencias espec ficas.
Garc a et al. (2023) afirman que es transcendental motivar el estudio de la historia y rodearse de recursos educativos digitales que impulsen las destrezas y el apoyo pedag gico espec ficamente en entornos vulnerables. Se evidencia tambi n la existencia de falencias metodol gicas que deben ser potenciadas mediante la continua instrucci n de los educadores.
Tras la crisis de salud global vivida por la pandemia del COVID-19, se enfrent grandes desaf os e incluso una revoluci n en la educaci n. Surgi la urgente necesidad de capacitaci n docente con respecto al uso de tecnolog as educativas. Hermoza (2021) demuestra que la actualizaci n en cuanto a las TICS influy significativamente en la formaci n aut noma y que la apropiaci n requiri el manejo y el tiempo de los maestros. No solo se deb an conocer las herramientas, sino aplicarlas y adaptarlas de manera significativa a la planificaci n curricular y, sobre todo, a las necesidades individuales y espec ficas de cada escolar.
Por esta raz n, es apremiante indicar que la formaci n docente debe llevar y fomentar una mayor comprensi n de las habilidades tecno-pedag gicas. Soto (2022) manifiesta que se requiere de una gesti n efectiva de contenidos digitales, dise os de ambientes virtuales y, a la vez, la misma evaluaci n de recursos para poder aplicarlos en el mbito educativo y en el contexto determinado en el que se expanden.
Valladolid y Camacho (2023) sustentan que las habilidades con respecto al lenguaje de las TICS son esenciales para generar cambios en el entorno escolar y sobre todo en la ense anza de la historia pues no debe reducirse solo a diversas fuentes bibliogr ficas, sino seleccionar la informaci n m s acertada para que sta se vuelva atrayente en funciones culturales, patri ticas e ideol gicas motivando as a los estudiantes.
Se debe interrelacionar las competencias digitales con la formaci n docente para que exista una educaci n inclusiva contextualizada y cr tica. Es un reto para la pedagog a que los estudiantes descubran un mayor entusiasmo por el an lisis de los hechos antiguos. Seg n Formento-Torres et al. (2023) la motivaci n es un aspecto que se debe aprovechar para elevar el rendimiento acad mico y con la ayuda de recursos audiovisuales y la metodolog a se pueden consolidar an cdotas hist ricas bajo una apreciaci n que genere mayor inter s, goce y emoci n en la extrapolaci n de las condiciones actuales.
Desde una perspectiva social y pol tica, se requiere un an lisis hist rico; por esta raz n, los docentes, como agentes de cambio, al utilizar tecnolog as, pueden impartir temas vinculados a procesos hist ricos, despertando el inter s y el di logo con los estudiantes, fortaleciendo as la ense anza y el estudio de su identidad nacional.
M todos
Para la presente investigaci n se llev a cabo una revisi n bibliogr fica estructurada. En primer lugar, se seleccion y analiz un conjunto representativo de art culos que tratan la ense anza de la Historia, la integraci n de tecnolog as educativas, la aplicaci n de metodolog as activas y las teor as pedag gicas.
La b squeda abarc revistas indexadas y literatura especializada, concentr ndose en el intervalo 1983-2025 y se realiz a partir de bases de datos cient ficas y cat logos de bibliotecas.
Con esta base se estableci criterios de inclusi n que abarcan pertinencia tem tica, actualidad de los hallazgos y relevancia argumentativa. Se priorizaron los estudios que abordan una ense anza cr tica, promueven un aprendizaje significativo, evidencian estrategias de motivaci n y que incorporan soportes audiovisuales.
Discusi n
A continuaci n, se presenta una tabla que resalta las ideas m s relevantes de los principales investigadores que se han revisado, de manera que sea m s comprensible ver cu les han sido las tendencias m s importantes en la literatura consultada y c mo los conceptos han evolucionado, a lo largo del tiempo, lo que ha guiado la ense anza de la Historia, obs rvese la tabla 1.
Tabla 1. Resultados obtenidos de la revisi n bibliogr fica
Autor(es) y a o |
Tema/ perspectiva |
Aporte a la investigaci n |
Rodr guez-izquierdo & Garc a bay n (2024) |
Educaci n hist rica y ciudadan a global |
Los programas universitarios deben ense ar Historia haciendo hincapi en la equidad, la justicia y la diversidad cultural, y dejar de lado enfoques nicos que no escuchan las m ltiples voces del pasado. |
Bernal Vald s & P rez Pi on (2023) |
Epistemolog a de la Historia |
Conviene concebir los sucesos del pasado no como verdades absolutas, sino como construcciones sociales, pol ticas y culturales que se generan en contextos espec ficos. |
Parra, Rold n & Fern ndez (2024) |
Pensamiento hist rico y cr tico |
Prospera la propuesta de cultivar habilidades cr ticas que, al articular la Historia con la realidad contempor nea, capaciten al estudiantado para aprehender y cuestionar la memoria. |
Calvas-Ojeda (2025) |
Aprendizaje experimental |
La ense anza de la Historia, adem s, se beneficia del aprendizaje individualizado que reconoce ritmos y estilos, personalizando las trayectorias del estudiante. |
Ausubel (1983) |
Aprendizaje significativo |
El curr culo debe articular los nuevos saberes con los conocimientos previos, de forma que se valore la experiencia del estudiante y se potencie apropiadamente el aprendizaje significativo. |
Mayer (1999, 2024) |
Aprendizaje multimedia |
La integraci n complementaria de textos e im genes, debidamente orientada, ha mostrado poder reforzar tanto la retenci n como la comprensi n de los contenidos hist ricos. |
Mer z & Ruiz (2021) |
Recursos visuales |
Enfatizan el valor de im genes y documentos para estimular la comprensi n hist rica. |
Muraca (2020) |
Pedagog a cr tica |
Retoma el legado de Freire para promover una ense anza participativa y transformadora. |
Casenave (2022) |
Visi n foucaultiana |
Analiza c mo el conocimiento hist rico se vincula con reg menes de poder. |
Gord n et al. (2025) |
Metodolog as activas |
Destacan actividades como an lisis de textos y recursos digitales para fomentar pensamiento cr tico. |
Makransky & Mayer (2022) |
Realidad virtual y multimedia |
Evidencian beneficios de la inmersi n en entornos digitales para la ense anza. |
Mishra (2025) |
TIC y cognici n |
Se ala que la innovaci n pedag gica depende del uso de modelos tecnol gicos apropiados. |
Hurtado et al. (2025) |
Conectivismo |
Relacionan la educaci n digital con el desarrollo de la metacognici n. |
Roncal et al. (2024) |
TIC en secundaria |
Advierten sobre la importancia de planificar y seleccionar recursos digitales de calidad. |
Rivera (2025) |
Brechas digitales |
Expone c mo la tecnolog a puede reducir desigualdades educativas si se aplica cr ticamente. |
Otondo-Brice o & Medina-Hicks (2023) |
Motivaci n estudiantil |
Subrayan el papel de la motivaci n en el aprendizaje significativo. |
Velasco et al. (2024) |
Motivaci n intr nseca y extr nseca |
Diferencian el impacto de factores internos y externos en la motivaci n acad mica. |
Garc a et al. (2023) |
Formaci n docente |
Analizan la necesidad de competencias digitales para la ense anza de la Historia. |
Hermoza (2021) |
Competencia digital docente |
Demuestra la influencia de la capacitaci n tecnol gica tras la pandemia. |
Soto (2022) |
Educaci n alternativa |
Reflexiona sobre la necesidad de nuevas formas de ense anza adaptativa. |
Fuente: Elaboraci n propia
Los autores del estudio detectan una evoluci n inequ voca hacia el uso de metodolog as activas, recursos audiovisuales y plataformas digitales como m todos para renovar la ense anza de la Historia. Aunque propuestas consolidadas, como el aprendizaje significativo de Ausubel, proporcionan la estructura de partida, enfoques contempor neos, la teor a de la cognici n multimedia de Mayer y la visi n conectivista de Hurtado, van a adiendo medios que imponen vincular la tecnolog a a la implicaci n del alumnado. La revisi n bibliogr fica que acompa a la investigaci n, por tanto, no s lo adscribe la Historia a una obligada posici n cr tica e inclusiva y a la presencia intencionada de dispositivos digitales, sino que establece la interrelaci n de tales exigencias como condici n para motivar al estudiantado y para consolidar su capacidad de pensar la Historia desde una perspectiva c vica y civil.
En la figura 1 que se presenta a continuaci n se sintetiza la frecuencia relativa de los temas revisados en la literatura consultada. Entre los contenidos m s recurrentes, destacan, en primer lugar, el empleo de entornos tecnol gicos de aprendizaje, seguido de los tipos de aprendizaje: significativo, multimedia y experimental.
Figura 1. Frecuencia de temas en la Revisi n bibliogr fica
La sinergia de estas dimensiones reafirma el predominio de enfoques de investigaci n que privilegian pr cticas pedag gicas activas, mediadas digitalmente y orientadas a estimular de manera simult nea la motivaci n y el compromiso de los alumnos.
Se reconocen, a su vez, dos reas transversales que favorecen la sustentabilidad de estas intervenciones: la formaci n permanente del profesorado y el fortalecimiento sistem tico de las competencias digitales, ambas consideradas condiciones necesarias para que las innovaciones educativas produzcan efectos significativos y sostenidos en el entorno escolar.
Resultados
La s ntesis estructural de la literatura indica que el empleo sistem tico de metodolog as activas combinadas con recursos digitales est emergiendo como una doble l nea de acci n que la comunidad docente de Historia considera cada vez m s ineludible.
Desde el mbito can nico, la obra de Mayer, junto a la producci n reciente de Mishra y Makransky, corrobora la tendencia: el tratamiento multimodal y las experiencias inmersivas, incluida la realidad aumentada y la realidad virtual, mejoran tanto la retenci n a largo plazo como el desarrollo del pensamiento cr tico.
Esta l nea de investigaci n suele entrelazarse con, pero no residual a, el enfoque de la teor a del aprendizaje significativo, cuya episteme es reelaborada por Mer z y Ruiz, quienes, en consonancia con los postulados de Ausubel, ponen de relieve que las representaciones visuales sistem ticas y las interacciones reflexivas entre los pares favorecen la construcci n de estructuras cognitivas m s precisas y, por tanto, m s duraderas.
En este marco, usar plataformas de streaming que se centran solo en documentales de historia da un empuje educativo que no podemos dejar de lado. Estas pel culas no solo cuentan con la calidad de un buen cine, sino que, en un clic, se convierten en compa eras de estudio. Solo hay que buscarlas en la pantalla: la mirada se ti e de contexto, y la distancia geogr fica se evapora. Para los estudiantes, el tiempo y el espacio del pasado se funden en una experiencia escolar m s viva, m s parecida a lo que vivencias reales, y se rompe esa frontera antigua que arrastran las fuentes documentales.
La otra cara del mismo hallazgo es que estamos, siempre, delante de un llamado a pensar con la cabeza cr tica. Los autores Muraca, Parra y Casenave son muy claros: estudiar la Historia es m s que repetir fechas; es comprometerse con la deliberaci n y con el laboratorio de lo cotidiano.
Esta idea se empareja muy bien con lo que defienden Gord n y quienes lo acompa an: propuestas que les den a los estudiantes la oportunidad de participar, recursos digitales que no est n en una nube lejana y, sobre todo, espacios de charla en los que lo que se dice es tan importante como el hecho en s . Cada t ctica, pensada con esmero, empodera y hace, en el aula, algo m s que historia; hace, en el aula, ciudadan a.
Los ltimos estudios de Velasco, Otondo-Brice o y Medina-Hicks confirman que mezclar recursos digitales con juegos hace que los alumnos se sientan m s motivados, tanto desde dentro (motivaci n intr nseca) como desde fuera, que ser a la motivaci n extr nseca.
Esto a su vez les hace sentirse m s vinculados a la escuela y, por lo tanto, m s comprometidos con lo que est n aprendiendo. Igualmente, Garc a y su equipo, junto con Hermoza, subrayan con urgencia que los profesores necesitan, y deben seguir desarrollando, habilidades digitales. Solo as pueden responder a lo que el sistema educativo de hoy les pide y sacar el m ximo partido a las herramientas digitales, garantizando que estas sirvan a lo que hoy d a se espera de la ense anza.
Durante las charlas globales escuchadas en universidades, se hizo evidente que articular de forma coordinada los distintos modelos que se presentan se ha vuelto un recurso poderos simo para modernizar las aulas. Los documentos revisados son claros: combinar aprendizaje significativo, pensamiento cr tico y mediaci n digital genera un circuito que, al retroalimentarse, impulsa una educaci n donde nadie se siente excluido y donde todas las voces sean escuchadas.
Vamos m s all de la teor a: las propuestas que apuestan por cerrar las brechas digitales (lo subrayan Rivera y Roncal) conectan de forma natural con aquellas que incorporan la ense anza en tramas sociales tangibles (Rodr guez-Izquierdo y Bernal). Ver la Historia no s lo como contenido acad mico, sino como acci n, nos impulsa porque, por s sola, es un artefacto capaz de reescribir lo cotidiano.
Ya no se limita a explicar un ayer, sino que, al entenderla, se nos entregan herramientas para construir el ahora. Algo tan simple como complementar nuestro recurso con repositorios de streaming repletos de documentales y clases en v deo, nos abre un mundo: un simple clic nos coloca en un aula de C rdoba en 1391, en una f brica de los a os treinta o en cada rinc n en llamas en las revueltas de la d cada de 1960.
Hist ricamente, la digitalizaci n rompe la cartograf a anticuada creada por mapas de papel, y, al mismo tiempo, renueva el mapa emocional. Damos un golpe en el escritorio de c moda anclada a su costumbre: la ense anza forma, s , era el lema de antes, pero ahora lo renovamos a medida que una pel cula, una canci n, un testimonio recuperado, nos narra lo que una hoja r gida omit a. La clase avanza: esa combinaci n que vuela costumbres, la Historia digital integrada, es un recurso que no solo acompa a, sino que ha de contenderse.
Conclusi n
La literatura contempor nea sobre did ctica historiogr fica atestigua un desplazamiento desde paradigmas exclusivamente transmisivos hacia modelos en que la participaci n, el pensamiento cr tico y la inclusi n constituyen el n cleo estructural, mediado de manera continua por tecnolog as y soportes audiovisuales.
En este itinerario, la incorporaci n met dica de plataformas de streaming y de documentales hist ricos emerge como un recurso educativo de elevada significaci n. La cualidad visual y la narraci n contextualizada que ofrecen, vinculan los sucesos pasados a los estudiantes con un grado de proximidad y pertinencia que los manuales tradicionales no alcanzan.
Estos planes no solo alimentan la curiosidad interna de los j venes, sino que tambi n les invitan a pensar de manera que, sus aprendizajes sean de verdad tiles, porque conectan la teor a que a veces parece lejana con realidades que pueden tocar su propio contexto.
Como adem s se pueden usar desde cualquier dispositivo y se ven en pantallas de todo el mundo, se convierten en un puente que acorta distancias; le dan a cada estudiante la misma oportunidad de entender, al mismo tiempo que los prepara para el futuro. Al salir de la escuela, tendr n habilidades para disgregar art culos, debates y noticias, y as podr n actuar en la comunidad con un sentido de responsabilidad que nace de la reflexi n, no de repetir lo que oyen.
Hoy, introducir herramientas digitales de manera regular se siente como el siguiente paso natural para refrescar las clases de Historia, en l nea con lo que las instituciones de hoy necesitan. Mirando hacia el futuro m s cercano, la uni n de la inteligencia artificial con la realidad aumentada, todo servido por plataformas de streaming, parece una opci n duradera que podr a cambiar c mo se aprende profundamente, ofreciendo nuevas formas de acercarse al pasado.
Esas tecnolog as hacen que el aprendizaje se ajuste a n m s a lo que el estudiante necesita en un momento dado, permiten crear paseos virtuales que se sienten realmente inmersivos y aumentan la participaci n al investigar lo que sucedi en otras pocas. Por esta raz n, el estudio de la Historia no solo podr a seguir siendo un asunto cr tico, sino tambi n un terreno donde lo novedoso se valora de manera activa y donde, apoyados en entornos digitales que expanden lo que vemos, los estudiantes acaban reescribiendo y reimaginando el pasado.
Estos recursos no son solo un extra para que el profesor no se quede hablando solo; son ventanas que ayudan a los educandos a aterrizar en el aqu y el ahora de cualquier momento de ayer y hoy. Cuando exploramos plataformas que dejan ver y comentar documentales en el aula, los hitos hist ricos se vuelven letras y matices en lugar de muros de fechas. La mezcla de pantalla y conversaci n ayuda a desatascar procesos sociales enredados, invita a los estudiantes a saltar dentro del proceso en vez de quedarse en el banco, y les empuja a investigar y debatir aut nomamente.
Al contrastar distintos estudios, aparece que reunir m todos de investigaci n hist rica cl sicos con los espacios digitales que usamos hoy, nos da un esqueleto firme para reinventar la forma en que ense amos. Cuando la Historia se presenta a trav s de series o documentales en streaming, deja de ser un libro cerrado. Se convierte en un lugar vivo donde todos pueden aportar, opinar y cuestionar.
Esta din mica no solo hace que los estudiantes se entusiasmen y piensen con profundidad, sino que tambi n garantiza que nadie se quede fuera. Los mismos hechos que antes se ense aban de maneras distintas y, a menudo, desiguales, ahora llegan a todas y todos con la misma claridad y con la misma oportunidad de ser discutidos y comprendidos.
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