CAPACIDADES COORDINATIVAS Y SU RELACI N CON EL RENDIMIENTO T CNICO-T CTICO EN F TBOL INFANTIL
COORDINATIVE ABILITIES AND THEIR RELATIONSHIP WITH TECHNICAL-TACTICAL PERFORMANCE IN CHILDREN'S YOUTH SOCCER PLAYERS
Autores: George Javier Ponce Fonseca y Boris Ren Maximiliano Morales Fischer
ORCID ID: https://orcid.org/0009-0005-5289-7336
2ORCID ID: https://orcid.org/0009-0005-9099-6060
E-mail de contacto: george.poncef@ug.edu.ec
2E-mail de contacto: boris.moralesf@ug.edu.ec
Afiliaci n: 1*2*Universidad de Guayaquil (Ecuador)
Articulo recibido: 29 de agosto del 2025
Articulo revisado: 10 de septiembre del 2025
Articulo aprobado: 15 de septiembre del 2025
Estudiante de la Facultad de Ciencias de la Actividad F sica de la Universidad de Guayaquil (Ecuador).
2Licenciado en Educaci n F sica adquirido de la Universidad de Guayaquil (Ecuador), Mag ster en Cultura F sica adquirido de la Universidad de Guayaquil (Ecuador).
El presente trabajo investiga el efecto de los recursos corporales coordinativos en el desempe o t cnico y t ctico de futbolistas de entre diez y doce a os. La hip tesis fundamental propone que la coordinaci n sensoriomotora, acentuada en la vinculaci n ojo-pie, condiciona la efectividad de la ejecuci n motriz y la calidad de la toma de decisiones situacionales. La investigaci n utiliza un enfoque que combina m todos cuantitativos y cualitativos, con un dise o descriptivo de campo. Se obtienen datos a trav s de entrevistas semi estructuradas con diez entrenadores y se observan a doce j venes deportistas usando protocolos organizados. Los hallazgos pusieron de manifiesto carencias sustanciales en las capacidades coordinativas, acentu ndose en el manejo del bal n, la exactitud de los pases, el acompa amiento posicional y la respuesta ante alteraciones del juego. Tambi n se observ una escasa integraci n de movimientos r tmicos y adaptativos, lo cual comprometi la fluidez y la sincronizaci n de las acciones grupales. Tales limitaciones, en consecuencia, inciden adversamente en la calidad del desempe o t cnico-t ctico y, a la larga, frenan la progresi n de las habilidades fundamentales indispensables en el mbito de la competencia. Con base en los resultados, se cre un programa de entrenamiento que incluye actividades para mejorar la coordinaci n. Este programa est organizado con una progresi n planificada y requiere atenci n consciente. El an lisis indica que la pr ctica ordenada de estas competencias facilita la internalizaci n de esquemas motrices, incrementa la eficacia t cnica y refuerza la capacidad de resolver problemas t cticos. Se sugiere, por tanto, su aplicaci n y supervisi n con el prop sito de elevar el desempe o de los futbolistas juveniles y de favorecer su formaci n hol stica.
Palabras clave: Capacidades coordinativas, Rendimiento t cnico-t ctico, F tbol infantil, Coordinaci n culo-p dica, Desarrollo motor.
Abstract
This study analyzes the influence of coordinative abilities on the technical-tactical performance of young soccer players aged 10 to 12 from the C. F. Madrigal Academy. The main objective was to determine how coordination, especially oculopedic coordination, affects technical execution and tactical decision-making during sports practice. A mixed-methods approach was employed, utilizing a field-based and descriptive design, with surveys administered to ten coaches and observation checklists completed by twelve players. The results revealed significant deficiencies in coordinative abilities, highlighting difficulties in ball control, passing accuracy, positioning, and reaction during game situations. Likewise, low integration of rhythmic and adaptive movements was detected, which affected the fluidity and synchronization of collective actions. These limitations negatively impact the quality of technical-tactical performance, hindering the development of key skills required in competitive play. Based on these findings, a training strategy proposal was designed, incorporating specific exercises aimed at strengthening coordinative abilities through a progressive and conscious approach. It is concluded that the systematic development of these abilities promotes the automation of motor patterns, improves technical efficiency, and enhances tactical decision-making. Implementing and evaluating this proposal is recommended to optimize the performance of young soccer players and support their holistic development within the formative process.
Keywords: Coordinative abilities, Technical-tactical performance, Youth soccer, Oculopedic coordination, Motor development.
Sum rio
Este estudo analisa a influ ncia das capacidades coordenativas no desempenho t cnico-t tico de crian as futebolistas de 10 a 12 anos da Academia C. F. Madrigal. O objetivo principal foi determinar como a coordena o, especialmente a culo-p dica, interfere na execu o t cnica e na tomada de decis es t ticas durante a pr tica esportiva. Utilizou-se uma abordagem metodol gica mista, com delineamento de campo e car ter descritivo, aplicando question rios a dez treinadores e fichas de observa o a doze jogadores. Os resultados revelaram defici ncias significativas nas capacidades coordenativas, com destaque para dificuldades no controle da bola, precis o dos passes, posicionamento e rea o diante de situa es reais de jogo. Tamb m se identificou uma baixa integra o de movimentos r tmicos e adaptativos, o que comprometeu a fluidez e a sincroniza o das a es coletivas. Essas limita es impactam negativamente a qualidade do desempenho t cnico-t tico, dificultando o desenvolvimento de habilidades essenciais para o futebol competitivo. Com base nesses achados, foi elaborada uma proposta de estrat gias de treinamento que incorpora exerc cios espec ficos voltados ao fortalecimento das capacidades coordenativas, utilizando uma abordagem progressiva e consciente. Conclui-se que o desenvolvimento sistem tico dessas capacidades favorece a automatiza o de padr es motores, melhora a efici ncia t cnica e potencializa a tomada de decis es t ticas. Recomenda-se implementar e avaliar a proposta para otimizar o desempenho dos jovens jogadores e promover sua forma o integral.
Palavras-chave: Capacidades coordenativas, Desempenho t cnico-t tico, Futebol infantil, Coordena o culo-p dica, Desenvolvimento motor
Introducci n
Esta investigaci n examina la relaci n entre las capacidades coordinativas y el rendimiento t cnico-t ctico en los j venes deportistas de la Academia C. F. Madrigal. El f tbol se caracteriza por la exigencia de un nivel elevado de coordinaci n motriz, el cual resulta determinante para la realizaci n eficiente de las habilidades t cnicas y para la aplicaci n coherente de los principios t cticos.
En ni os de esta franja de edad, la ausencia de coordinaci n global se traduce en mermas evidentes durante la pr ctica l dica, obstruyendo la percepci n simult nea de la trayectoria del bal n y de las excursiones corporales del propio jugador.
Tal desventaja motriz se encuentra, en buena medida, relacionada con dos factores: la escasez de pr cticas reflejadas en programas de entrenamiento sistem tico y el d ficit de estrategias de ense anza que aborden la capacidad coordinativa de manera expl cita. Adicionalmente, se identifica el sedentarismo, entendido como inactividad f sica cr nica, como un modulador m s, pues restringe la organizaci n funcional del sistema neuromuscular y, por ende, el funcionamiento coordinativo b sico requerido en situaciones de juego.
La carencia de sistemas de preparaci n que prioricen el entrenamiento coordinativo restringe la calidad de la ejecuci n t cnica asociada al control y a la precisi n en el pase. A su vez, la deficiencia en la intervenci n pedag gica incidida en la automatizaci n de patrones coordinativos durante las etapas de formaci n inicial se ve acentuada por estilos de vida predominantemente sedentarios, as como una oferta reducida de pr ctica deportiva. Estas variables convergen en una merma evidente de la capacidad de reacci n y de adaptaci n a exigencias t cticas que requieren veloz reajuste de criterio, reduciendo, en consecuencia, la eficacia en funci n del modelo competitivo.
Dentro de la formaci n en f tbol infantil, Herrera et al. (2023) indican que las capacidades coordinativas constituyen un eje fundamental. Estas permiten la ejecuci n precisa de las habilidades t cnicas que, a su vez, son condici n necesaria para un rendimiento ptimo en la dimensi n t cnico-t ctica.
Consecuentemente, un desarrollo adecuado de estas capacidades permite a los j venes futbolistas afinar su relaci n entre los patrones de movimiento corporal y la manipulaci n del bal n, facilitando as la integraci n de ambos elementos en un nico proceso motor.
Un desarrollo proporcionado a la etapa evolutiva del jugador y basado en las capacidades condicionales, coordinativas y cognoscitivas favorece la interconexi n entre la motricidad del cuerpo, el dominio del bal n y la respuesta dirigencial a situaciones de juego. Dado que el f tbol demanda gran precisi n en los automatismos intervinientes en el acierto de maniobras, as sea de orden t cnico o t ctico, resulta pertinente reforzar la gradualidad de este entrenamiento.
Por tanto, la atenci n program tica hacia el desarrollo de las habilidades coordinativas debe ocupar un lugar destacado en la planificaci n de las trayectorias formativas, especialmente cuando el grupo objetivo son deportistas de 11 a os. Sin embargo, el contexto contempor neo, caracterizado por la paulatina sedimentaci n de h bitos sedentarios y por propuestas de entrenamiento que subestiman el trabajo espec fico sobre las competencias coordinativas, genera limitantes que condicionan de modo significativo el progreso en el rea t cnico-t ctica.
Por consiguiente, la insuficiente promoci n de estas competencias entre los futbolistas infantiles incluyendo aquellos que entrenan en entornos estructurados como la Academia C. F. Madrigal, donde se restringen los est mulos dirigidos a su maduraci n afecta de manera negativa su futuro rendimiento.
Capacidad Coordinativa
La coordinaci n constituye la secuencia motora ptima que se desencadena al recibir un impulso sensitivo espec fico, induciendo al organismo a efectuar un desplazamiento a trav s del movimiento, sea este consciente o reflejo. V lez (2019) destaca que este fen meno est conectado al sistema nervioso, que se ocupa de observar las posiciones del cuerpo y de controlar bien el movimiento, ayudando as a aprender diferentes habilidades motoras.
Garc a (2017) explica que la coordinaci n es la uni n arm nica entre el cuerpo y la mente, lo que permite realizar movimientos precisos, ya sean finos o gruesos. Este proceso no se limita, sin embargo, a la ejecuci n motriz, sino que implica la sincronizaci n de las funciones cognitivas con las acciones de cada segmento corporal.
De este modo, la coordinaci n se presenta como un determinante esencial en las distintas dimensiones que conforman el desarrollo integral de la infancia. En este momento, es importante mencionar que existen diferentes formas de coordinaci n, seg n sus caracter sticas. Por eso, es fundamental crear ambientes que quiten el miedo que el ni o podr a sentir al enfrentarlas, asegurando una evoluci n armoniosa y efectiva.
Coordinaci n culo-Manual
La coordinaci n culo-manual, que puede traducirse como ojo-mano, se define como la facultad de sincronizar el desplazamiento de las manos con la percepci n que se obtiene a trav s de la vista, facultad que resulta esencial para ejecutar actividades que demandan precisi n y que presentan dificultades notorias. Este mecanismo act a como un proceso de integraci n donde la informaci n del sistema visual se une a las se ales de movimiento del cerebro, as los movimientos de las manos se adaptan a los datos visuales (S nchez, 2024).
Esta se define como la habilidad para alinear y regular los movimientos de las manos en funci n de los datos visuales que llegan a trav s de la vista (Duque, 2021). Se trata, por lo tanto, de una capacidad que comienza a madurar en la infancia temprana, requiriendo a posteriori un refuerzo sistem tico mediante experiencias l dicas y tareas que potencien la percepci n visual y la destreza motora.
Para favorecer el desarrollo de la coordinaci n entre los ojos y las manos, es muy importante organizar el aprendizaje de manera paso a paso. Se debe empezar con actividades que necesiten movimientos amplios y luego avanzar a tareas que requieran mayor precisi n.
En este sentido, se dispondr del mobiliario y de los materiales necesarios, de modo que el ni o se sienta c modo al realizar la tarea elegida. Ejercicios como la pintura, el picado, la inserci n de botones, el corte de figuras, la coloraci n de dibujos o la resoluci n de laberintos contribuyen, de forma progresiva, al fortalecimiento de esta capacidad.
A medida que el ni o repite y afina cada uno de estos movimientos, se desarrolla de manera simult nea la motricidad fina y se entrena la interacci n entre la visi n y el movimiento de la mano, mecanismo que permite que los ojos aseguren el objetivo y que las manos ejecuten la respuesta motora correspondiente (Ram rez A., 2018).
Coordinaci n culo-P dica
Se define como la capacidad de integrar las acciones de las extremidades inferiores, particularmente las piernas y los pies, con la informaci n visual que se recibe en tiempo real. En t rminos operativos, esta habilidad exige ajustar de manera precisa el comportamiento motor de las piernas y de los pies en funci n de los est mulos visuales observados. Se pone nfasis en la necesidad de ejecutar un patr n motor adaptativo en relaci n con el objeto de inter s. En el contexto del f tbol, este objeto se identifica casi exclusivamente con el bal n (Ortiz, 2025).
Dicha sincronizaci n entre est mulos visuales y movilizaci n de las extremidades inferiores se ha demostrado fundamental para el desarrollo motriz del futbolista. Su relevancia se acent a en los deportistas en formaci n. Los atletas de corta edad se benefician de un ajuste perceptivo que posteriormente limita los costos de reorganizaci n t cnica en etapas avanzadas.
A partir de los once a os, el periodo de curva de aprendizaje motriz tiende a ser ptimo, y la proposici n de secuencias de acci n centradas en la regulaci n visual de la propia bipedestaci n y la carrera genera una vinculaci n robusta entre la anticipaci n de espacios y la responsabilidad motriz que debe ser asumida por el deportista.
Ejercicios que fomentan la coordinaci n culo-P dica
A continuaci n se detallan mediante un cuadro algunas actividades f sicas para el fortalecimiento de las extremidades inferiores y el desarrollo de los est mulos visuales (ver tabla 1).
Tabla 1
Ejercicios la coordinaci n culo-p dica
Ejercicio |
Descripci n breve |
Toques de planta (pisadas) |
Alternar pisadas sobre el bal n llev ndolo levemente hacia el cuerpo. (ortiz, 2025) |
Toques internos/externos alternados |
Golpear suavemente el bal n con el borde interno y externo de ambos pies. |
Conducci n con borde interno/externo |
Conducir el bal n con el borde interno o externo del pie variando la velocidad. |
Conducci n en zigzag entre conos |
Conducir en zigzag entre conos, alternando pies y direcci n. |
Conducci n en c rculo |
Guiar el bal n en c rculos usando la cara interna del pie. (ortiz, 2025) |
Pases cortos con pared |
Pasar a una pared y controlar el rebote con el mismo o el otro pie. |
Pases de empeine con rebote de pared |
Pasar con empeine a la pared y controlar anticipando el rebote. |
Pase y control con superficie variada |
Pasar con el interior y controlar con planta o tal n. |
Pases rasos a un compa ero |
Pasar a ras de suelo con precisi n y observar al compa ero. (ortiz, 2025) |
Pases con diferentes fuerzas y distancias |
Variar fuerza y distancia para ajustar control y posici n. |
Pases en movimiento |
Pasar el bal n mientras se desplazan, coordinando y anticipando. |
Pases elevados y control |
Pasar por el aire y controlar con pecho, muslo o pie. |
Elaboraci n propia
Rendimiento T cnico-T ctico en F tbol Infantil
El rendimiento t cnico-t ctico en el f tbol infantil se configura como un elemento determinante en el desarrollo de la capacidad coordinativa. Santacruz y Guaca (2021) evidencian que, en dicha franja etaria, el nivel de eficacia en la toma de decisiones t cticas supera al de la ejecuci n t cnica, lo que se ala que el fortalecimiento simult neo de ambos dominios resulta esencial para optimizar el rendimiento en contextos competitivos reales.
De igual forma, el entrenamiento t cnico especializado aplicado al fomento del f tbol infantil no solo concreto la adquisici n de habilidades propias de la pr ctica, sino que, de manera paralela, incide de forma significativa sobre las capacidades f sicas y psicol gicas de los menores. Investigar recientes, especialmente el estudio de Le n y Mendoza (2025), muestra que implementar programas de entrenamiento t cnico-t ctico reglados genera, a mediano plazo, un aumento medible en la fuerza explosiva, la velocidad y la resistencia. Estos son tres aspectos clave en el desarrollo integral de los j venes deportistas.
De otra parte, las evidencias sobre la gesti n espacial y el rendimiento t cnico ofensivo en las categor as inferiores de f tbol revelan que, a pesar de la capacidad de los j venes para realizar acciones t cnicas complejas, tales como la conducci n, el regate y el remate, la adopci n de la gesti n espacial se encuentra a n en un desarrollo incipiente y adolece de limitaciones en la correcta amplitud del juego ofensivo (Amatria, Maneiro y Arroyo, 2024).
Este descubrimiento muestra que es urgente redise ar la formaci n t cnico-t ctica. Se debe incluir un m dulo que mejore las habilidades individuales, al mismo tiempo que se fomente la lectura del espacio y la coordinaci n en equipo durante el juego. Se piensa, por lo tanto, que la combinaci n de estos tres elementos es necesaria para que el rendimiento t cnico-t ctico en la formaci n de ni os y j venes logre un nivel de efectividad que vaya m s all de lo habitual.
Desde la ptica abordada, consideramos que el rendimiento t cnico-t ctico en el f tbol formativo se reduce en realidad a un simple agregado de competencias individuales, dentro de las cuales se incluye la capacidad de responder a las exigencias t cnicas en consonancia con las exigencias t cticas que el juego reclama en todo instante.
Lo relevante de este enlace consiste en que la habilidad t cnica, aun en su forma m s depurada, no posee valor intr nseco si en el instante de la competici n no se traduce en decisiones pertinentes y seleccionadas a tiempo (Santacruz & Guaca, 2021). Por este motivo, el ptimo rendimiento se materializa, en rigor, en la confluencia entre la precisi n motora tal como se manifiesta en un pase, un control o un regate y la resoluci n ptima en el mbito t ctico, donde intervienen, entre otros, el comportamiento de cobertura, la movilidad en el desmarque y una correcta r pida lectura de los espacios.
A partir de los puntos expuestos, la ense anza del f tbol a edades tempranas demanda la adopci n de curr culos que conjuguen de manera simult nea la precisi n t cnica y la toma de decisiones. Tal enfoque favorece que los ni os futbolistas no solo aprendan los movimientos correctos, sino que, adem s, interioricen la finalidad de cada acci n, tal como argumentan Silva y G mez (2024).
Resulta, por ende, ineludible la utilizaci n de instrumentos de evaluaci n que permitan diagnosticar las fortalezas y las restricciones que emergen de la interacci n conjunta entre la t cnica y la t ctica, analizando tanto los fundamentos individuales como las din micas colectivas. En este marco, se presentan los siguientes aspectos que deben ser obligatoriamente contemplados.
Posicionamiento y Movimientos T cticos
La instrucci n sistem tica de la ocupaci n del campo y de los movimientos t cticos en las categor as infantiles constituye un componente esencial en la formaci n del entendimiento del juego. Los j venes futbolistas asimilan, a trav s de la repetici n guiada, la capacidad de situarse en el espacio en funci n del estado del bal n, la proximidad de adversarios y la ubicaci n de sus compa eros.
Esta competencia en el espacio no solo ayuda a lograr una distribuci n equilibrada, sino que tambi n hace que las acciones, ya sea en ataque o defensa, se realicen de manera m s eficiente, reduciendo la ansiedad y el rendimiento individual inestable. La previsi n, basada en la conciencia de c mo se mueven los dem s, ayuda a los jugadores a anticipar las decisiones que influir n en el pr ximo ciclo del juego. Esto aumenta la cooperaci n y mejora el rendimiento del grupo gracias a un entendimiento compartido y a una mejor sincronizaci n (Avalos, 2023).
En cuanto a las acciones t cticas, es muy importante aplicarlas de manera gradual y con evidencia clara, ya que el buen funcionamiento del grupo depende de la movilidad constante. En este contexto, crear l neas de pase manteniendo distancias adecuadas entre los compa eros ayuda a que el bal n se mueva con fluidez, al mismo tiempo que se aplican principios para tener m s jugadores en ciertas reas del campo (Erazo, 2023).
Por lo tanto, la sistematizaci n de las competencias de posicionamiento y movimiento propicia un entorno de juego din mico y participativo. Esto faculta a los menores para interiorizar, practicar y ajustar, en tiempo real, los procesos de toma de decisiones. Esto convierte la adaptaci n a las variaciones constantes del partido en un vector de progresi n t cnica, t ctica, cognitiva y afectiva.
As , los entrenamientos y los sistemas de juego denominados juego de categor as cumplen, entre los m s peque os, una funcionalidad integradora: equilibrar el concepto de defensa y de ataque. A su vez, dicha estructura organiza y distribuye de forma gradual responsabilidades por medio de roles segmentados, de modo que el futbolista interioriza su ubicaci n y, m s trascendental, la noci n precisa de su tarea.
Cada jugador asienta la pr ctica del acompa amiento, la cobertura y el apoyo entre pares dimensiones que Santacruz y Guaca (2021) consideran did cticamente centrales . Complementariamente, los movimientos t cticos que atraviesan cada una de las sesiones entrenan las din micas del juego combinado. Esto les crea un micro mundo en el que el tri ngulo funcional se traduce en la oportunidad m s reiterada de calibrar, de modo l dico y sincronizado, variables como la posici n, la distancia y el recorrido sobre el c sped. A la vez, se enfocan en la atenci n sobre el espacio que ocupan y el que proactivamente deben desmarcar.
La inclusi n sistem tica de combinaciones motrices fomenta no solamente la inteligencia espacial de los ni os, sino tambi n la cooperaci n en la fase ofensiva, incluyendo el acondicionamiento de las habilidades individuales a los imperativos del colectivo.
Al mismo tiempo, dicha pr ctica les sugiere la regulaci n del tiempo interno y la variaci n del tempo de juego, recursos mediante los cuales el equipo puede orientarse hacia la finalizaci n m s eficaz del ataque. Consecuentemente, la repetici n consciente de estas acciones genera situaciones de aprendizaje en las que los futbolistas en formaci n ampl an su comprensi n del juego, con la finalidad de que logren elevar su capacidad descriptiva de las situaciones de partido. De este modo, el diminuto jugador no solo acumula un repertorio de acciones, sino que integra, transforma y reinventa su propio espacio motriz en funci n de la interacci n predominante en la contienda
As , Silva y G mez (2024) presentan el planteamiento de que el trabajo sobre el posicionamiento y los movimientos t cticos en el f tbol infantil debe orientarse prioritariamente hacia el fortalecimiento de la organizaci n colectiva, a la vez que se promueve la autonom a individual.
La ense anza de tales principios ocupaci n de espacios, presi n coordinada y recuperaci n del bal n motiva a los j venes jugadores a cultivar competencias t cticas, lo que, a su vez, se traduce en un rendimiento m s elevado y en una mayor satisfacci n con la pr ctica deportiva.
Este enfoque integral sienta una base s lida que prepara a los futbolistas para los retos t cnicos y t cticos que surgir n en los niveles posteriores de su formaci n, como argumentan Fern ndez y Gonz lez (2020). En el marco de los planteamientos presentados, se pueden destacar dos elementos que adquieren relevancia y que se exponen a continuaci n.
Desde esta perspectiva, el desarrollo de la efectividad t ctica en el f tbol infantil no solo potencia el rendimiento en el corto plazo, sino que tambi n forja futbolistas vers tiles, aptos para adaptarse a variados escenarios competitivos en el futuro. La evaluaci n continua y la retroalimentaci n entre pares emergen, por lo tanto, como ejes fundamentales en la instrucci n de la t ctica efectiva. Adem s, Serrano y Garc a (2021) destacan la importancia de que el equipo t cnico brinde observaciones claras sobre el rendimiento t ctico, para que el aprendizaje se fortalezca y el desarrollo de los jugadores sea claro y continuo.
La revisi n conjunta de partidos y laborales, vinculada a sesiones de entrenamiento, promueve el an lisis cr tico y genera consensos sobre decisiones y alternativas. Este modelo permite a los jugadores de base interiorizar de manera m s efectiva los conceptos t cticos, elevando el entrenamiento al rango de aprendizajes sostenidos y escalonados, como sostiene Ichau (2024).
Por ende, la adecuada efectividad t ctica se despliega a trav s de una interrelaci n coordinada de factores: atenci n sostenida, motivaci n duradera, dominio conceptual, competencias motrices relevantes y capacidad para interaccionar de forma asociativa, entre otros condicionantes interdependientes.
M todos y recursos
La modalidad del presente trabajo se fundamenta en una investigaci n mixta, orientada a valorar la incidencia de las capacidades coordinativas sobre el desempe o t cnico-t ctico de j venes futbolistas de once a os en la Academia C. F. Madrigal. Para este prop sito, se realiza una encuesta a los entrenadores, lo que permite recopilar datos y obtener informaci n clave que mejore la comprensi n del fen meno.
As , se puede crear una opci n de intervenci n viable. Esta decisi n se basa en la necesidad de crear una t cnica y un instrumento que se usen en el lugar, asegurando as la recolecci n de informaci n donde se presenta la evidencia, espec ficamente en las instalaciones de la Academia C. F. Madrigal.
Esta investigaci n aborda y describe de manera sistem tica los hallazgos y fen menos vinculados a la influencia de la capacidad coordinativa sobre el rendimiento t cnico-t ctico en futbolistas infantiles de once a os pertenecientes a la Academia C. F. Madrigal.
El an lisis que se obtiene al estudiar estas variables permite aclarar el problema, haci ndolo posible de medir y, por lo tanto, de corregir eventualmente. Se ha basado, entonces, en m todos emp ricos precisos: la observaci n y la encuesta. Estas herramientas han permitido no solo recoger datos que se pueden medir, sino tambi n entender el contexto.
Se incluy a diez entrenadores y a los dieciocho ni os, alcanzando un total de veintiocho individuos. Dado el tama o limitado de la poblaci n, result innecesaria la aplicaci n de f rmulas de determinaci n de tama o de muestra, raz n por la cual se opt por la inclusi n completa de los sujetos.
En la figura 1 los resultados, la amplia mayor a de los encuestados, aproximadamente el 70%, afirma que la coordinaci n motriz de los futbolistas j venes se observa de manera inusual, mientras que solo un 20% opina que se presenta con regularidad. Esta evidencia es muy importante porque sugiere que una habilidad clave, no solo para jugar al f tbol, sino para el avance del entrenamiento deportivo en general, no se est evaluando con la frecuencia necesaria en la poblaci n estudiada.
Figura 1.
Capacidad coordinativa
Nota: resultados porcentuales de la encuesta realizada a los entrenadores
Se puede deducir que el grupo estudiado presenta un d ficit generalizado en capacidades coordinativas que puede condicionar de forma determinante su ejecuci n en el contexto del juego, la asimilaci n de nuevas destrezas y la reducci n del riesgo de lesiones.
Tal situaci n sugiere la conveniencia de orientar los ciclos de entrenamiento, a corto y medio plazo, hacia el fortalecimiento de la coordinaci n en los futbolistas de once a os, dado que una insuficiencia en esta rea restringe el progreso a los niveles t cnico y t ctico, as como tambi n la agilidad y el equilibrio del deportista.
En la siguiente imagen se observa que el 60% de los encuestados sostiene que una correcta coordinaci n culo-manual es infrecuente en los ni os, mientras que el 30% indica que se presenta de forma circunstancial y el 10% refiere que nunca se observa. Esta resoluci n indica que, seg n la percepci n de la mayor a de los entrenadores, la mencionada capacidad es cr tica en m ltiples facetas del juego y, a la vez, que los j venes futbolistas no la exhiben habitualmente (ver figura 2).
Figura2
Coordinaci n culo-manual
Nota: resultados porcentuales de la encuesta realizada a los entrenadores
La coordinaci n culo-manual es, sin duda, una destreza motriz central que modula no solo el rendimiento deportivo, sino tambi n el crecimiento f sico de los j venes deportistas. La pr ctica sistem tica de esta habilidad se traduce en una mejora gradual y sostenible de la ejecuci n t cnica en m ltiples deportes, as como en la optimizaci n de patrones motores generales.
Por tanto, se hace indispensable la implementaci n de programas de entrenamiento que integren ejercicios manipulativos deliberados, diversificados y unificados en el plan de cargas, de modo que se favorezca el desarrollo y la consolidaci n continua de esta cualidad. A trav s de estas intervenciones, se amplifican las capacidades sensoriomotoras y se cimentan los fundamentos para una trayectoria deportiva exitosa y un desarrollo motriz integral.
Figura 1.
Ejercicios de coordinaci n en los entrenamientos
![]() |
Nota: resultados porcentuales de la encuesta realizada a los entrenadores
En la imagen 4, el 90% de los encuestados informa que rara vez o nunca comprende ni aplica con efectividad el posicionamiento t ctico durante el desarrollo del partido; solo el 10% logra hacerlo de manera espor dica. Esta distribuci n indica que pr cticamente la totalidad de los deportistas evaluados presenta fallos significativos en la comprensi n y transferencia de los componentes t cticos en situaciones de juego real.
Figura 4.
Entienden y aplican correctamente el posicionamiento t ctico
Nota: resultados porcentuales de la encuesta realizada a los entrenadores
El posicionamiento t ctico es clave y forma la base para organizar la defensa y el ataque de cualquier grupo. Tambi n ayuda a cerrar espacios, a aprovechar el apoyo entre compa eros y a crear situaciones de ventaja en ofensiva. La ausencia o el deficiente manejo de estas t cnicas originan una merma sustancial en la efectividad colectiva del equipo.
Por eso, es necesario incluir en los programas de formaci n unidades did cticas que profundicen en los principios t cticos, las cuales deben adaptarse al nivel de madurez e integraci n de los jugadores. Cabe, asimismo, complementar tales contenidos con metodolog as que propicien tanto la aprehensi n conceptual como la transferencia del saber adquirido a las circunstancias reales del juego.
Resultados de la ficha de observaci n
Capacidad Coordinativa
![]() |
Nota: resultados porcentuales de la gu a de observaci n aplicada a los estudiantes
Los hallazgos que se observan en la figura 5 muestran, especialmente en la secci n 1, que el 74% de las personas estudiadas tienen un desempe o variable en tareas que necesitan coordinaci n culo-manual, como recibir y lanzar objetos, y solo lo hacen de manera efectiva algunas veces. Adem s, un 16% no puede completar estas tareas en ninguna ocasi n.
Esta distribuci n sugiere que, entre los alumnos observados, la capacidad de sincronizaci n entre la mirada y los movimientos de las manos presenta un nivel de consolidaci n desigual; una limitada proporci n accede a un dominio casi pleno, mientras que una proporci n notable sigue experimentando dificultades en las ejecuciones, lo cual puede constituir un foco prioritario en la intervenci n pedag gica.
En relaci n con el tem 2, el 50% de las personas, en diferentes observaciones, hace de vez en cuando actividades que necesitan coordinaci n entre los ojos y los pies; en cambio, el 30% nunca lo hace. Esta distribuci n indica que la integraci n de los pies en las tareas motrices constituye un desaf o para un segmento significativo de los estudiantes, mientras que el grupo restante alcanza el desempe o de esa competencia de modo infrecuente.
Al examinar el tem 3, se comprueba que existe una percepci n negativa sobre movimientos circunscritos, a saber: giros, frenadas y saltos; el 38 % de la muestra refiere que los realiza a veces , y el 40 %, nunca . Estos datos indican que hay un problema en el equilibrio din mico, lo que resalta la necesidad de crear programas de intervenci n que se enfoquen principalmente en mejorar las habilidades de coordinaci n que son insatisfactorias.
El an lisis pertinente al tem 4, seg n la observaci n, pone de manifiesto que el 42 % de los sujetos presenta la respuesta a veces y un 38 % la respuesta nunca ante la ejecuci n de secuencias de movimiento vistas, al ser evaluadas bajo criterio de acierto r tmico. Esta evidencia sugiere la existencia de un d ficit significativo en la coordinaci n r tmica, una de las capacidades coordinativas espec ficas m s influyentes en la pr ctica deportiva.
La adecuada regulaci n del ritmo no solo faculta la fluidez motora, sino que sostiene la sincronizaci n de los movimientos con variables externas, como el comp s musical, las se ales de un compa ero o la trayectoria de un bal n, condiciones frecuentemente presentes en diversos dispositivismos o modalidades deportivas.
Figura 6.
Rendimiento T cnico-T ctico en F tbol Infantil
![]() |
Nota: resultados porcentuales de la gu a de observaci n aplicada a los estudiantes
Los datos correspondientes al tem 5 muestran que solo la mitad de los alumnos manifiesta un dominio aceptable de la conducci n del bal n en, terminol gicamente, situaciones de calidad equiparable a las de un partido de alta competici n. Esta cifra, que subraya que el 50% lo hace nicamente en ocasiones, indica que la capacidad t cnica est en un estado de variabilidad que compromete el rendimiento en situaciones de presi n. La conclusi n natural es que es necesario un entrenamiento intencionado y mon tono que consolide este gesto cardinal en t rminos de automatismo fino (ver figura 6).
Respecto al tem 6, los resultados son reveladores: la mitad de los alumnos carece, de forma permanente, de la precisi n y la conciencia t cnica requeridas para realizar un pase o un control de calidad en carrera. El 30% adicional solo supera el baremo en situaciones fortuitas y controladas, es decir, en la denominada zona de confort.
Dichas deficiencias son en esencia el pat geno que obstaculiza la funcionalidad del juego colectivo, dado que el error en el gesto de pase conduce, en la pr ctica, a la p rdida inminente de la posesi n y a la consiguiente imposibilidad de construir tensi n ofensiva.
En el tem 7, se detecta un ndice elevado de ausencia t cita. Un 62% de los jugadores no se sit an ni ejecutan movimientos t cticos pertinentes dentro del terreno de juego. Esto evidencia una deficiencia en la comprensi n del desplazamiento sin bal n y en la apropiada organizaci n espacial. Esta omisi n condiciona, en consecuencia, la estructura del bloque colectivo y dificulta la formaci n de l neas de pase.
En el tem 8, un 74% de los estudiantes no emite decisiones velozmente y de forma acertada durante el transcurso del juego, revelando una limitaci n en las capacidades de cognici n y en el procesamiento de informaci n en un contexto que es el propio del f tbol. La decisi n es lo que regula tanto la t ctica individual como la colectiva. Cuando hay fallas en este aspecto, significa que los jugadores no est n analizando el juego, anticipando situaciones ni respondiendo bien a los est mulos que surgen durante la competencia.
En el tem 9, el 57% de los participantes manifest contribuir ocasionalmente a la efectividad t ctica del equipo. Esta tendencia sugiere una fluctuaci n en la influencia colectiva; el 23% indic no intervenir, mientras que solo el 20% report hacerlo con frecuencia. Esta distribuci n apoya la idea de que la dimensi n t ctica del grupo tiene una debilidad importante en los ni os, relacionada con limitaciones en habilidades t cnicas b sicas, en el uso del espacio y, sobre todo, en la toma de decisiones en el tiempo y en el espacio.
Le n y Mendoza (2025) documentan que el apalancamiento de un programa sistematizado de formaci n t cnico-t ctica origina un aumento en la explosi n, velocidad y resistencia. Esto, a su vez, crea un contexto propicio para la elevaci n del compromiso, de la disciplina de concentraci n y de la coordinaci n en los jugadores de 10 a 12 a os.
Este enfoque completo es relevante porque ayuda al desarrollo f sico y en la construcci n. Su inclusi n en los programas de formaci n de f tbol permite un progreso conectado en habilidades t cnicas y t cticas, asegurando un mejor rendimiento, agilidad y un servicio duradero, sin importar los cambios.
Discusi n
Como discusi n de resultados, se constata la existencia de una relaci n entre las capacidades coordinativas y el rendimiento t cnico-t ctico de los ni os de 11 a os. Los datos de la observaci n mostraron tendencias similares de limitaci n, especialmente en la coordinaci n de los ojos y los pies, as como en los movimientos adaptativos y r tmicos.
M s concretamente, un 25% de los ni os present dificultades notables al llevar a cabo acciones que requieren coordinaci n culo-p dica, tales como la conducci n precisa del bal n y los pases efectivos. Esta limitaci n se encuentra en coincidencia con las valoraciones de los entrenadores, quienes se alaron que la mayor a de los jugadores evidencian errores de precisi n en el pase, inseguridad en la conducci n del bal n y, a la vez, serias dificultades para controlarlo en situaciones de presi n.
Sobre estos hallazgos, los datos de la observaci n muestran que el 38% de los ni os confronta dificultades no solo para ajustar el movimiento al contexto, sino tambi n para seguir una secuencia motriz en ritmo. Este porcentaje se correlaciona con el cuestionario a los entrenadores, donde el 90% evalu la competencia en la dimensi n r tmica de la organizaci n como "baja". valos (2022) argumenta que la desadaptaci n r tmica limita la organizaci n t ctica, debilita la din mica colectiva y altera las intervenciones sincronizadas; en consecuencia, los deportistas suelen desmarcar en tiempos incorrectos y perder el sentido del flujo. Estas desventajas impactan de manera directa en la toma de decisiones veloces, que requieren, a su vez, de una percepci n clara de las relaciones espaciales en el juego en curso.
valos (2022) sostiene que la desadaptaci n r tmica obstaculiza la organizaci n t ctica, debilita la din mica colectiva y perturba las sincron as deliberadas; como resultado, los deportistas suelen desmarcarse con anticipaci n o con retraso y, en absoluto, pierden el sentido de la cadencia del juego. Estas desventajas afectan la rapidez mental necesaria para tomar decisiones, lo que a su vez requiere una buena comprensi n de las relaciones espaciales que surgen durante el partido.
La conexi n entre las habilidades de coordinaci n y el rendimiento t cnico-t ctico es clara en los datos obtenidos de observaciones espec ficas y registros de entrenamientos. Ni os con d ficits en la coordinaci n culo-p dica, por ejemplo, revelan simult neamente restricciones en el dominio del bal n, en la precisi n de los pases y en la efectividad de los controles.
La desventaja r tmica en la sincronizaci n y la adaptaci n de los gestos se traduce, a su vez, en una incapacidad para encontrar posiciones ptimas en el espacio y para ejecutar la toma de decisiones veloces y adecuadas. Desde este punto de vista, crear un plan de entrenamiento que se enfoque en desarrollar habilidades de coordinaci n en el f tbol infantil se transforma en una estrategia clave para mejorar no solo las t cnicas y t cticas, sino tambi n el crecimiento completo de los futbolistas.
Conclusi n
Durante el proceso de investigaci n, se observ que los grupos de futbolistas de 11 a os de la Academia C. F. Madrigal evidencian un nivel considerado deficitario en las capacidades coordinativas. Las limitaciones se manifestaron de manera particular en la coordinaci n culo-p dica, en la adaptaci n y el ritmo de los movimientos, y en la rapidez de la toma de decisiones.
La anterior evaluaci n, complementada con el an lisis del desempe o en los entrenamientos y con los resultados de la encuesta a los entrenadores, permiti comprobar que la capacidad coordinativa de los jugadores se relaciona estrechamente con su rendimiento t cnico-t ctico en la competici n.
Por consiguiente, se concluye que la coordinaci n culo-p dica y el ritmo de movimiento intervienen de forma determinante en la eficacia del control del bal n. Adem s, la precisi n en los pases, el posicionamiento estrat gico y la toma de decisiones, en este contexto, se ven perjudicados cuando las citadas capacidades coordinativas son deficientes. Esto repercute adversamente en el rendimiento y en el nivel general de los futbolistas.
Asimismo, los hallazgos evidencian la necesidad de intervenir en el perfeccionamiento de esas dimensiones t cnicas. De ah que el dise o de la intervenci n centrado en modalidades de ejercicio que promuevan la capacidad coordinativa en el entorno del f tbol infantil resulte decisivo para el progreso de los fundamentos t cnico-t cticos y para la formaci n hol stica de esos deportistas en etapa inicial.
Referencias
Amatria, M., Maneiro, R., & Arroyo, R. (2024). La gesti n espacial y desempe o t cnico en la fase ofensiva del f tbol base. . Revista Iberoamericana De Ciencias De La Actividad F sica Y El Deporte, 13(3), 34 50. doi:https://doi.org/10.24310/riccafd.13.3.2024.19779
Avalos, M. (2023). Ejercicios de rondos para mejorar la efectividad del pase en el f tbol. Universidad Estatal Pen nsula de Santa Elena.
Benavides, J., & Oporto, V. (2024). T ctica y toma de decisiones en un partido de futbol de los jugadores del Sporting Tabaco de Santamaria, 2023. Universidad Nacional Jos Faustino S nchez Carri n.
Castillo, M., Clavijo, D., & Ram irez, L. (2020). Pr ctica del F tbol en los Procesos de Aprendizaje de las Matem ticas en Ni os y Ni as de Educaci n B sica Primaria . Universidad El Bosque Colombia.
Cumbicos, M. (2022). Entrenamiento integrado con implicaci n cognitiva para mejorar la toma de decisiones del f tbol en adolescentes. Revisi n sistem tica. Universidad de Cuenca.
Duque, Y. (2021). Actividades L dica para estimular la motricidad fina en ni os 3 a 4 a os de educacion inicial en la ciudad educativa Enrique Malo Andrade en el a o lectivo 2019-2020. Cuenca: Universidad Polit cnica Salesiana.
Erazo, J. (2023). Gu a Metodol gica del entrenamiento de agilidad en f tbol de ni os de 9 a 10 a os. Universidad Cat lica de Cuenca.
Fern ndez, A., & Gonz lez, C. (2020). F tbol infantil: ense anza y crecimiento. . Revista Interuniversitaria de Formaci n del Profesorado , 98(37.2), 11-34. doi:https://doi.org/10.47553/rifop.v98i37.2.99050
Garc a, J. (2017). INFLUENCIA DE LACOORDINACI N DIN MICA GLOBAL EN LA CALIDAD DEL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO ASERTIVO EN NI OS DE 5-6 A OS. UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL.
Herrera, H., Torres, S., Z iga, A., & Rosell, P. (2023). Nivel de desarrollo capacidades f sicas coordinativas y su influencia en el desarrollo de la t cnica del regate en el f tbol infantil. Revista Acad mica Internacional De Educaci n F sica, 3(1), 17 27. doi:https://revista-acief.com/index.php/articulos/article/view/68
Ib ez, M. (2021). Actividades f sicas en el desarrollo din mico en los ni os del 1er a o paralelo B , de la Unidad Educativa San Andr s , del cant n Guano, provincia Chimborazo per odo 2015- 2016. Ecuador: Universidad Nacional de Chimborazo.
Ichau, W. (2024). Los juegos predeportivos para la ense anza de la t cnica individual y el desarrollo de destrezas futbol sticas en los estudiantes de sexto a o de educaci n b sica de la unidad educativa Luis Leoro Franco de la ciudad de Ibarra. Universidad T cnica del Norte Ecuador.
Le n, N., & Mendoza, D. (2025). Impacto del entrenamiento t cnico en las capacidades f sicas en ni os futbolistas de 10-12 a os. Ciencia y Educaci n, 6(11), 83-98. doi:https://repositorio.upse.edu.ec/handle/46000/13294
Ortiz, C. (2025). Coordinaci n culo pedal en la preparaci n t cnica del f tbol formativo. Quito: Universidad Central del Ecuador.
Ortiz, C. (2025). Coordinaci n culo pedal en la preparaci n t cnica del f tbol formativo. GADE: Revista Cient fica, 5(1), 364-378. https://doi.org/10.63549/rg.v5i1.592.
Ram rez, A. (2018). La coordinaci n visomotora en la pre-escritura de ni os/as de 4 a 5 a os del Inicial II del CECIBEB Inti- an de la comunidad Sanjaloma Alto del pueblo Salasaka cant n Pelileo . Ecuador: Universidad T cnica de Ambato.
S nchez, E. (2024). Sistema de ejercicios para contribuir a la ense anza-aprendizaje de remate en el voleibol sala. [Tesis de Grado, Universidad de Guayaquil]. Repositorio Institucional de la Uniersidad de Guayaquil. Obtenido de https://repositorio.ug.edu.ec/handle/redug/73804
Santacruz, M., & Guaca, Y. (2021). Desempe o de juego t cnico-t ctico en f tbol base en ni os. Did ctica del Deporte II : Innovaci n Disciplinar y Desaf os de Formaci n en Tiempos de Incertidumbre, 1(34). doi:https://doi.org/10.17227/ludica.num34-14075
Santacruz, M., & Guaca, Y. (2021). Desempe o de juego t cnico-t ctico en f tbol base en ni os. L dica Pedag gica, 1(34), 35-50. doi:https://doi.org/10.17227/ludica.num34-14075
Serrano, S., & Garc a, D. (2021). Incidencia del entrenamiento de velocidad de reacci n en la efectividad t ctica en futbolistas juveniles. Revista Arbitrada Interdisciplinaria Koinon a,, 6(Extra 2). doi:https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7968473
Silva, C., & G mez, A. (2024). Entrenamiento perceptivo para desarrollar la toma de decisiones en el f tbol formativo. [Tesis de Grado, Universidad de Guayaquil], Repositorio Institucional de la Universidad de Guayaquil. Obtenido de https://repositorio.ug.edu.ec/handle/redug/77227
Urbina, D. (2023). La coordinaci n culo-pedal y conducci n del bal n en ni @s de la escuela de futbol liga deportiva universitaria Riobamba. Riobamba - Ecuador: Universidad Nacional de Chimborazo.
Valverde, C. (2021). Las actividades f sicas en el desarrollo motriz y social en los estudiantes per odo 2019-2020. Ecuador: Universidad Nacional de Loja .
V lez, T. (2019). An lisis del desarrollo neuromotriz y lateralidad en los ni os y ni as del subnivel 2 de la EEGB San Jos Benito Cottolengo del cant n Esmeraldas . Ecuador: Pontificia Universidad Cat lica del Ecuador sede Esmeraldas.
Capacidades coordinativas y su relaci n con el
rendimiento t cnico-t ctico en f tbol infantil 2025 by George Javier Ponce
Fonseca y Boris Ren Maximiliano Morales Fischer is licensed under Creative
Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International. To view a copy of this
license, visit https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/